Presentación
Antonella Fagetti, Jesús M. González Mariscal
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Los textos aquí reunidos forman parte de los resultados del primer año de trabajo en el proyecto de investigación CONACYT “Diálogo de saberes en torno a las potencialidades terapéuticas de los hongos que contienen psilocibina. Un estudio transdisciplinario a través de la neurociencia, la psicología, la antropología, la historia y el conocimiento tradicional indígena” (CF-2019-1560311). La convocatoria “Ciencia de frontera 2019” nos dio la oportunidad de reunir a un equipo de investigadores y estudiantes para trabajar en conjunto acerca del género Psilocybe.
Coincidimos en que era pertinente e incluso necesario insertar un proyecto de tales características en el escenario internacional del “renacimiento psiquedélico”, dado el exponencial número de investigaciones en los últimos años, los procesos de regulación legal en marcha en diferentes países, la nueva ola de consumo recreativo y terapéutico, la ingente inversión de la industria farmacéutica y el interés en la creación de una nueva generación de psicofármacos que den respuesta a la crisis global de salud mental.
En 1957 se dio a conocer al mundo la costumbre que los indígenas de la Sierra Mazateca de Oaxaca tenían de usar hongos psilocibios con fines curativos y adivinatorios. Desde entonces, los hongos han ocupado lugares dispares en el Norte Global (potente psicofármaco, sacramento para la revolución de la consciencia, de las más peligrosas drogas para la salud humana, distribución comercial de sus esporas para que cualquiera pueda cultivarlos en el clóset de su casa, etcétera), mientras diferentes culturas indígenas de México han seguido conservando el uso tradicional como parte de sus sistemas de atención a la salud.
La psilocibina juega actualmente un papel protagónico en la investigación clínica en neurociencias y psicología, y hay resultados interesantes para el tratamiento de la depresión, las adicciones, la ansiedad en enfermedades terminales, el trastorno por estrés postraumático y el trastorno obsesivo compulsivo, entre otros. Es significativo que en la mayor parte de estos estudios no se mencionen las raíces históricas y culturales de los hongos que contienen dicha molécula, así como las prácticas y los saberes de los pueblos originarios.
El colectivo de investigadoras e investigadores que aquí confluimos estamos trabajando en producir investigación de frontera desde un enfoque transdisciplinario e intercultural acerca de las potencialidades terapéuticas de los hongos sagrados, de modo que podamos contribuir al reconocimiento de la medicina tradicional indígena, de sus saberes, sus especialistas rituales y métodos de sanación, al mismo tiempo que enriquecer la investigación actual en torno a los psiquedélicos y su interés en desarrollar modelos de intervención terapéutica para el tratamiento eficaz de los trastornos mentales que siguen representando serios desafíos para la psiquiatría y la psicología modernas.