Radioterapia con
protones: la
dosis precisa, ni más,
ni menos
Lorena Magallanes
Hernández Arturo Fernández
Téllez
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¿Es
posible atravesar, sin dolor alguno, las barreras anatómicas
del
cuerpo humano y alcanzar la profundidad necesaria para depositar la
dosis exacta de radiación en tumores
cancerígenos, sin
causar ningún daño colateral? Hoy es una realidad
gracias
a la radioterapia con protones o protonterapia.
En este artículo discutimos
algunos conceptos
de uso cotidiano en el área de la física
médica
nuclear y presentamos las principales motivaciones que han llevado a un
grupo de científicos y tecnólogos de varias
instituciones
nacionales y del extranjero a proponer la creación de un
centro
de investigación que pueda aplicar las técnicas
de la
terapia de protones en México.
¿RADIOTERAPIA CON PROTO... QUÉ?
Los
protones son partículas con carga eléctrica
positiva que,
junto con los neutrones (sin carga) y los electrones
(partículas
más ligeras, cargadas negativamente), dan forma a los
átomos de toda la materia que nos rodea. En general, los
átomos no tienen carga eléctrica total, es decir,
son
neutros. Cuando un átomo pierde su electroneutralidad
(debido a
la pérdida o la ganancia de electrones), se dice que
está ionizado.
De ahí que podamos hablar de iones ligeros cuando nos
referimos a protones individuales. Los protones utilizados para la
protonterapia son originalmente átomos de
hidrógeno que
han sido despojados de sus electrones y, en consecuencia,
están
cargados positivamente.
Cualquier partícula que
esté en
movimiento posee energía y los protones no son la
excepción. La radiación se entiende como
energía
en movimiento, es decir, trasladando protones de un lugar a otro
obtenemos radiación protónica.
Análogamente, la
radiación usada en la radioterapia convencional con rayos X,
resulta de un sinnúmero de fotonesa
transportándose a la
velocidad de la luz.
Se necesitan millones de
partículas
moviéndose en conjunto, como vagones de trenes
ultra-veloces,
para causar un daño letal al tumor. Esto se logra
concentrándolas en un flujo de partículas llamado
haz,
que es dirigido en una misma dirección a gran velocidad.
Aunque
el paciente no sienta físicamente el paso del haz de
partículas por su piel, músculos,
órganos y
huesos, muchos efectos a nivel celular están ocurriendo
durante
ese momento. Cuando la radiación (de cualquier tipo) penetra
en
el cuerpo le entrega parte o, incluso, toda su energía
inicial.
El efecto que la radiación produzca en el tejido que
atraviesa
dependerá de la cantidad de energía depositada en
el
mismo. Esta magnitud es cuantificada en dosis, que mide la
energía absorbida por cada gramo de materia del cuerpo que
ha
sido irradiado.
¿QUÉ HACE
DE LA PROTONTERAPIA UNA OPCIÓN MÁS EFECTIVA QUE
LA RADIOTERAPIA CONVENCIONAL?
Desde hace más de un siglo, la
radiación ha servido
a la medicina en diversos ámbitos. Los versátiles
efectos
de la radiación en las células humanas permiten
su
aplicación clínica en diferentes fases de la
enfermedad:
desde el diagnóstico inicial por medio de
radiografías,
tomografías computarizadas o por emisión de
positrones
(PET),b durante el tratamiento, hasta en el seguimiento del paciente
posterior a la terapia.
La radioterapia convencional (con
fotones) sigue
siendo el tratamiento más común contra el
cáncer,
ya sea como terapia única o en combinación con la
cirugía y/o la quimioterapia.c Aunque hasta ahora la
mayoría de casos de cáncer en México
han sido
tratados usando esta técnica, desafortunadamente
aún
presenta muchas desventajas que hacen que su propósito se
cumpla
solo parcialmente. Efectos secundarios pueden surgir debido a la
exposición del cuerpo a radiación innecesaria,
tales como
un cáncer recurrente o mal funcionamiento de ciertos
órganos, por mencionar solo algunos ejemplos.
El objetivo principal de la radioterapia
es aplicar
una distribución óptima de la dosis de
radiación
en el tumor de manera que:
• Cause el daño
celular apropiado para detener su crecimiento acelerado.
• Se protejan los
órganos fundamentales en riesgo.
• Se respete el tejido sano
tanto como sea posible.
• Se minimicen los efectos
secundarios de la
exposición del cuerpo a altos niveles de
radiación.
• El paciente tenga una buena
calidad de vida una vez que el cáncer ha sido curado.
El uso de haces de iones ligeros, como
los protones,
para tratar padecimientos oncológicos satisface idealmente
la
finalidad de la radioterapia. Como se observa en la Figura 1, los haces
de fotones depositan la mayor parte de su energía inicial
recién entrando al cuerpo, lo que trae como consecuencia una
alta dosis en la piel o muy cerca de la superficie. Por el contrario,
cuando los protones acelerados penetran al paciente a altas
velocidades, la dosis en el canal de entrada es mínima. Como
un
dardo que sigilosamente rompe el viento, dejándolo casi
intacto
antes de comenzar a frenar. A lo largo de su camino, los protones van
colisionando con los propios átomos de los
órganos y
tejidos que se encuentran a su paso. Durante este trayecto ocurren dos
fenómenos cruciales para el éxito del
tratamiento: los
protones son frenados al mismo tiempo que van transfiriendo parte de su
energía (dosis) a los átomos del cuerpo con los
que
chocan. El punto en donde los protones iniciales son frenados por
completo es donde se ha depositado toda su energía (y donde
se
obtiene la máxima dosis), conocido como Pico de Bragg, en
honor
al físico británico W. H. Bragg (1862-1942). En
este
punto, los protones han agotado por completo su energía y no
habrá dosis depositada en el cuerpo después.

Figura 1.
Distribución de la dosis de radiación de fotones
(energía depositada por gramo) comparada con la dosis del
haz de
protones al alcanzar cierta profundidad dentro del cuerpo del paciente.1
Estas particularidades físicas de los haces de protones
–pequeñas dosis cuando entran al cuerpo,
máxima
dosis en la profundidad deseada (tumor) y una dosis casi nula
después del Pico de Bragg– son su ventaja
principal y
permiten modular la distribución de la dosis que
recibirá
el tumor con altísima precisión, al mismo tiempo
que se
reduce considerablemente la dosis en tejidos circundantes que no la
necesitan (Figura 2).

Figura 2.
Distribución
de dosis de radiación para (A) radioterapia con fotones con
campos horizontales, (B) protonterapia y (C) radioterapia con protones
utilizando campos a ángulos optimizados para minimizar o
evitar
la dosis en estructuras importantes.2 La versión en color de
esta figura puede consultarse en
www.elementos.buap.mx/num99/htm/elem99.htm.
Un solo haz de protones tiene unos pocos milímetros de
diámetro, por lo que, usándolo en una
única
posición, no sería suficiente para distribuir la
dosis de
radiación uniformemente en todo el volumen del tumor. Es
necesario cubrir el objetivo punto por punto. Entre los diferentes
métodos para conformar la dosis requerida en el blanco
tridimensional, el que resulta más preciso se conoce como
sistema de escaneo o de rastreo. Son tres las dimensiones que el haz
tiene que revestir, el plano transversal (x,y) con el que se encuentra
el haz cuando se introduce en el cuerpo y la profundidad del tumor (z).
El método de escaneo o rastreo consiste en ajustar el haz de
protones en posiciones específicas en las tres dimensiones
(x,y,z). El plan de tratamiento contiene la información
sobre la
dosis (en términos de número de protones) que
deben ser
depositados en cada punto. Las dos primeras dimensiones (x,y) se cubren
mediante imanes que se encuentran al final de la línea de
haz;
el haz de protones rastrea entonces una cuadrícula
transversal
depositando la dosis requerida en el plan de tratamiento. La
profundidad que alcanzará el haz, como se explicó
antes,
se consigue modulando su energía inicial.
El volumen del tumor a irradiar se
divide
virtualmente en varias rodajas que se van ocupando de dosis, punto por
punto, desde la más profunda hasta la más
próxima
a la entrada del haz. Esta colección de Picos de Bragg
utilizada
para distribuir la dosis a todo lo largo del tumor se conoce
también como Pico de Bragg extendido (Figura 3). 
Figura 3. Sistema
de escaneo o rastreo utilizado para la aplicación de los
haces
de protones, punto a punto en posiciones específicas, desde
la
parte más profunda hasta la más cercana a la
entrada del
haz. El barrido de Picos de Bragg para cubrir la longitud del tumor se
conoce como Pico de Bragg extendido.
¿QUÉ TIPOS
DE CÁNCER OBTENDRÍAN MAYOR BENEFICIO DE LA
PROTONTERAPIA?
En
principio, todos los casos en los cuales el tumor está
localizado cerca de algún órgano en riesgo son
candidatos
para ser tratados con protones. Los tratamientos de tumores en cabeza y
cuello se benefician enormemente de la protonterapia, dada la gran
cantidad de órganos fundamentales en estas zonas y su
mínimo movimiento. El resto del cuerpo se mueve
constantemente
debido la respiración y a los latidos del
corazón, esto
provoca un factor de riesgo adicional en la aplicación del
tratamiento, ya que no es posible determinar exactamente el sitio donde
la dosis planeada es depositada. Es por ello que, actualmente, los
tumores que se encuentran en el área del tórax y
del
abdomen son tratados con mayor moderación.
Los casos pediátricos son
prioridad para el
tratamiento con protones. En las pequeñas dimensiones del
cuerpo
de un niño, el resto de tejido saludable es más
propenso
a recibir radiación innecesaria que resultaría,
con alta
probabilidad, en cáncer recurrente.3
Otros casos especialmente sensibles a
dosis
adicionales durante la radioterapia son mujeres embarazadas. Durante el
embarazo, la exposición a radiación ionizante
pone al
feto en riesgo de muerte prenatal, malformaciones, trastornos de
neurodesarrollo y cáncer infantil. En una
situación tan
delicada, la protonterapia ofrecería una dosis mayormente
definida en el área del tumor, disminuyendo o evitando la
dosis
que recibe el feto.4
PROTONTERAPIA EN
MÉXICO: INNOVACIÓN MÉDICA,
CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA AL SERVICIO DE LA SALUD
El
Centro de Excelencia en Física Médica Nuclear
(CEFMN),
en su compromiso por integrar la investigación
científica
a la práctica médica, es un proyecto
multidisciplinario e
interinstitucional en el que estarían involucrados
investigadores de instituciones académicas y de la salud,
tales
como la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
(BUAP),
el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Puebla, la Universidad
de Guanajuato (UG), el Centro de Investigación y Estudios
Avanzados (CINVESTAV), el Instituto Nacional de Cancerología
(INCAN) y la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), entre
otras.
En el CEFMN se ofrecería la
protonterapia
como alternativa a la radioterapia convencional, se
producirían
radioisótopos para diagnóstico y tratamiento,
además de promover la investigación continua para
garantizar la optimización de los tratamientos mediante el
uso
de modernos métodos de imagenología.
Para obtener los haces de protones con
los que el
paciente es irradiado hay que contar con un acelerador de
partículas. El acelerador de partículas pensado
para el
CEFMN es un acelerador de tipo ciclotrón en el que los
protones
alcanzarán velocidades cercanas a la de la luz antes de ser
extraídos por seis líneas de haz dedicadas a las
diferentes aplicaciones, una de ellas destinada particularmente a la
terapia protónica. El tipo de ciclotrón,
así como
las instalaciones, serán similares a las que ya operan en el
Centre Antonie Lacassagne (CAL), en Niza, Francia, impulsando
así la colaboración científica y
tecnológica entre ambos países e instituciones.
En un ciclotrón como este,
las
partículas son inyectadas para su aceleración
entre dos
imanes circulares de aproximadamente cuatro metros de
diámetro
(Figuras 4 y 5). Dos fuertes campos trabajan en conjunto para llevar
los protones hasta lo profundo del cuerpo: un campo
magnético
que conduce las partículas en una trayectoria espiral,
mientras
que un campo eléctrico las acelera hasta su
extracción en
una o hasta en un par de líneas de haz
simultáneamente.
Las características de este ciclotrón permiten
obtener
haces de protones de hasta 70 MeV (millones de electronvoltiosd), lo
que se traduce en una penetración de aproximadamente 5
centímetros en el tejido blando del cuerpo humano.

Figura 4. Sistema
de escaneo o rastreo utilizado para la aplicación de los
haces de
protones, punto a punto en posiciones específicas, desde la
parte más
profunda hasta la más cercana a la entrada del haz. El
barrido de Picos
de Bragg para cubrir la longitud del tumor se conoce como Pico de Bragg
extendido.

Figura 5. Esquema
del ciclotrón que sería instalado en el CEFMN. La
línea de haz dedicada al tratamiento de protones es visible
también. Al final de la línea de haz comienza el
sistema
de escaneo y monitoreo que se observa en la Figura 3 y que se
encontraría exactamente antes de aplicar el haz de protones
al
paciente.6
IMÁGENES INNOVADORAS
PARA OBTENER TRATAMIENTOS ÓPTIMOS
Como en
cualquier tecnología emergente, aunque la
protonterapia
tiene muchos factores de seguridad y precisión bajo control,
quedan problemas a resolver; uno de ellos es verificar que la
radiación haya sido depositada realmente donde se
tenía
planeado.
Debido a que la dosis distribuida por
los protones
en su camino al tumor (pico de Bragg) es significativamente alta en el
objetivo a tratar, se deben tomar medidas extremas de seguridad en la
planeación de la dosis específica para cada
paciente. El
éxito de la protonterapia está determinado por
factores
que hasta el momento son impredecibles, como el movimiento natural del
cuerpo debido a la respiración y los latidos del
corazón,
el encogimiento del tumor, cambios anatómicos debidos a
pérdida de peso, desajustes en el posicionamiento del
paciente y
un largo etcétera.
Para explotar al máximo los
beneficios de la
protonterapia, en términos de precisión en la
dosis
suministrada, esta debe apoyarse en recursos como la
imagenología,7 que garantice que la radiación
cubra
únicamente el volumen del tumor donde es requerida. En
consecuencia, el avance en investigación y
tecnología
dirigida a disminuir las incertidumbres propias del tratamiento
incrementaría, de manera natural, la demanda de terapia de
protones para más indicaciones oncológicas.
En analogía con los rayos X,
los haces de
protones también pueden ser aprovechados, no solo para
propósitos terapéuticos, sino también
para obtener
imágenes que mejoren la calidad del tratamiento. Existen
principalmente dos maneras de obtener imágenes con protones.
La
primera, aplicada ya clínicamente, utiliza los haces
terapéuticos originales para obtener información
sobre la
distancia a la que se detuvo el haz dentro del cuerpo, conocida como
rango. El rango del haz de protones puede ser determinado gracias a las
partículas secundarias producidas por la
interacción de
los protones con el tejido del paciente. Como ya se
mencionó, la
radiación que atraviesa el cuerpo va depositando
energía
en los átomos que tiene a su paso, activándolos.
En
consecuencia, estos se vuelven radioactivos, emitiendo
radiación
que puede ser detectada por cámaras o tomógrafos
PET.
Esta característica hace que la técnica se
conozca como
“verificación PET en vivo del rango del
haz”. Como
puede notarse en la Figura 6, la dosis que recibe el paciente
está visiblemente relacionada con la activación
de los
átomos que alcanza.

Figura 6. Arriba:
Planeación del tratamiento (izquierda) y
simulación por
computadora (derecha). Abajo: Activación medida
después
del tratamiento y simulación por computadora (derecha). El
rango
de colores representa el mínimo de dosis de
radiación en
azul y el máximo en rojo.9
El segundo método para obtener imágenes
basadas en
protones sigue el mismo principio de las radiografías y
tomografías hechas con rayos X. Haces de protones
más
energéticos son utilizados, de tal manera que el Pico de
Bragg
no se localice dentro del paciente, sino después de que el
haz
cruce el cuerpo y salga por el lado opuesto, donde se
encontrará
con un detector que colecte información sobre la
anatomía. La Figura 7 muestra un ejemplo de la
radiografía de un modelo de mano obtenida con protones.

Figura 7. Radiografía
de un modelo de mano obtenida con protones.9
Como en estos casos el Pico de Bragg no
permanece en
el paciente, las radiografías con iones se obtienen con una
dosis mínima igual a la depositada en la entrada del haz en
el
cuerpo o a la altura de la meseta (parte casi plana) del Pico de Bragg.
La radiografía con protones
muestra detalles
como la estructura ósea, además de que los
protones, como
método de imagenología, también
muestran mayor
contraste (o diferencia notable) entre los diferentes tejidos blandos
como la piel y los músculos, característica de la
que
carecen las radiografías con rayos X. Otra ventaja de
utilizar
imágenes obtenidas con protones se encuentra durante la
planificación del tratamiento. Normalmente, este plan
está basado en imágenes con rayos X de la
anatomía
del paciente. Las radiografías convencionales nos dan
información sobre la densidade de los tejidos que han sido
atravesados por los haces de fotones; sin embargo, los protones se
comportan de manera diferente dentro del cuerpo y es por ello que la
información conseguida con fotones debe ser traducida en
información del rango que alcanzarán los protones
dentro
del cuerpo. El planear un tratamiento con las imágenes
obtenidas
con las mismas partículas con las que será
aplicado
mejoraría considerablemente la exactitud con la que
conocemos si
el rango del los picos de Bragg llegará o no a su objetivo.
El paso que sigue a la
radiografía con
protones será la tomografía computarizada de
protones.
Obteniendo proyecciones (radiografías) de la
anatomía
deseada a diferentes ángulos es posible reconstruir
información tridimensional. De esta forma se
amplían las
maneras de explorar el interior del cuerpo y obtener
información
mucho más precisa del blanco que queremos atacar con la
radiación protónica.
PLANES Y PERSPECTIVAS
La
creación y desarrollo del CEFMN representa un paso hacia
la
generación de nuevas áreas de
investigación e
innovación tecnológica con aplicación
directa en
la salud de la población mexicana cuya tercera causa de
muerte
es el cáncer. La protonterapia en México
será una
alternativa precisa y eficaz para ciertos casos oncológicos
e
incrementará las posibilidades de que más
pacientes
triunfen en la batalla contra el cáncer, no solo erradicando
el
tumor deliberadamente, sino continuando con su vida después
del
tratamiento de manera saludable y sin complicaciones adicionales.
La terapia de protones es una
más de las
técnicas de tratamiento del cáncer que se usa en
hospitales y centros de salud de Estados Unidos y Europa. Es importante
señalar que, afortunadamente, en nuestro país se
ha
logrado formar una nueva generación de
científicos y
tecnólogos que han adquirido la experiencia en el
diseño,
construcción y operación de aceleradores,
sistemas de
detección de radiación de protones y tratamiento
de
imágenes obtenidas con cámaras PET,
cámaras gamma
y otros sistemas de generación de imágenes
nucleares. De
concretarse, el Centro de Excelencia en Física
Médica
Nuclear sería el primero de su tipo en
Latinoamérica y
pondría a México a la vanguardia en los avances
de la
medicina nuclear.
Finalmente, debemos resaltar que el
principal
propósito del esfuerzo que ha conjuntado a una gran cantidad
de
investigadores de disciplinas aparentemente tan distantes como la
medicina y la física de partículas elementales,
que
trabajan en las más diversas instituciones, es lograr que un
mayor número de pacientes puedan decir: “Soy un
sobreviviente del cáncer”.
NOTAS
- a
Fotones: partículas sin masa ni carga
eléctrica, moviéndose a 300 mil km/seg, que es la
máxima velocidad que un ente físico puede
alcanzar. Los
fotones son las partículas responsables de la
radiación
electromagnética que incluye las ondas de radio, las
microondas
y la luz visible.
b
Positron
Emission Tomography (PET): Tomografía por emisión
de
positrones. Esta técnica de imagenología se basa
en
detectar cómo se distribuye un fármaco emisor de
positrones en determinada zona del cuerpo. Los positrones son las
partículas opuestas a los electrones, tienen exactamente la
misma masa, pero con carga eléctrica positiva. c
La
quimioterapia es un tipo de tratamiento contra el cáncer
basado
en sustancias químicas o medicamentos cuya principal
función es destruir las células del cuerpo humano
que se
dividen y se regeneran rápidamente. Tal es el caso de las
células que conforman los tumores cancerígenos.
d
El
electronvoltio es una cantidad usada para medir energía y
representa, básicamente, el trabajo que es necesario para
mover
la carga de un electrón entre dos puntos con fuerzas
eléctricas opuestas. e
Densidad es la medida de la cantidad de masa
de un cuerpo en un volumen determinado
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