Las
crisis y el ahorro:
el caso
de las plantas del desierto
Héctor Godínez
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Hasta donde yo recuerdo, nuestro país
siempre ha
estado en crisis económica. De acuerdo con los expertos, tan
solo en la segunda mitad del siglo XX, México ha atravesado
por
varios periodos de crisis: el de 1976 con Luis Echeverría;
el de
1982 con José López Portillo; el de 1995 con
Ernesto
Zedillo; y en la primera mitad del siglo XXI, el de 2008 con Felipe
Calderón. Una crisis económica se define como un
periodo
de escasez en la producción, comercialización y
consumo
de productos y servicios que afecta negativamente a las empresas y
puede provocar un serio incremento en el desempleo en el
país.
Para enfrentar una crisis económica se recomienda que las
personas ahorren parte de sus ingresos, para utilizarlos posteriormente.
De manera similar a los mexicanos, las
plantas de
las regiones desérticas y semidesérticas
también
viven en crisis constante, debido a que las lluvias en estas regiones
son escasas e irregulares, y en consecuencia las plantas no disponen
durante algunos años de agua suficiente para crecer y
reproducirse. Uno de los aspectos reproductivos más
afectados
por la escasez de este recurso es la germinación de las
semillas. El agua es necesaria no solo para desencadenar este proceso,
sino también para garantizar la supervivencia de las
plántulas que emergen de las semillas. Para enfrentar la
crisis
de agua, las semillas de algunas especies de plantas no germinan
inmediatamente después de caer al suelo, sino que retrasan
su
germinación para que esta ocurra posteriormente. La
capacidad de
una semilla para permanecer viva en el suelo, sin germinar, se conoce
como latencia y depende de condiciones externas (latencia
exógena) e internas (latencia endógena).
La latencia exógena puede
deberse a que las
semillas presentan una cubierta externa que es impermeable al agua u
oxígeno; o bien, una cubierta externa dura que no puede ser
rota
por el embrión durante la germinación. Algunas
plantas
como el mezquite (Prosopis
sp.) y el huizache (Acacia
sp.) presentan esta forma de latencia. Otra forma de latencia
exógena se debe a la presencia de compuestos
químicos en
la cubierta externa de la semilla, los cuales inhiben la
germinación. Las semillas de la pitaya agria (Stenocereus gummosus)
tienen este tipo de latencia, por lo que para germinar deben ser
ingeridas por aves como el pájaro carpintero (Melanerpes uropygialis).
El paso de las semillas por el tracto digestivo de estas aves
“lava” los inhibidores de la testa, permitiendo su
germinación.
La latencia endógena puede
deberse a que el
embrión de las semillas presenta compuestos
químicos que
retardan su crecimiento; o bien, a que el embrión
está
inmaduro. Las semillas de la pitaya (Stenocereus stellatus)
tienen este tipo de latencia, por lo que para poder germinar deben
permanecer en el suelo varios meses. Otra forma de latencia
endógena consiste en la combinación de los
mecanismos
mencionados anteriormente. Esto es, el embrión de la semilla
está inmaduro y tiene compuestos químicos que
retardan su
crecimiento. Un ejemplo de este tipo de latencia son las semillas de
los nopales (Opuntia
sp.).
Si bien, la latencia permite a las
semillas
permanecer vivas en el suelo por distintos periodos, no ofrece una
protección completa contra los animales que se alimentan de
semillas como las aves, los roedores y las hormigas. Estudios
realizados en el Desierto Chihuahuense muestran que estos animales,
particularmente las hormigas, pueden remover hasta 14 g de semillas
pequeñas (esto es, semillas con un diámetro menor
a 1
mm), en un periodo de 12 h. Las hormigas son los principales
consumidores de semillas en los pastizales y los roedores en los
matorrales. Las semillas con latencia pueden acumularse en el suelo por
distintos periodos, desde algunos meses hasta varios años,
formando lo que se conoce como bancos de semillas. El
“ahorro” de las semillas en los bancos es una
estrategia
reproductiva que ha permitido a las plantas enfrentar las crisis de
agua de las regiones desérticas y semidesérticas.
Dicha
estrategia ha surgido a lo largo de la evolución y ha sido
exitosa para mantener las poblaciones de estas plantas, debido a que el
almacenamiento de las semillas en el suelo y el retraso de su
germinación disminuyen la muerte de las plántulas
por
condiciones adversas como las sequías o la
depredación
por herbívoros. Además, disminuyen la competencia
por
agua y nutrientes con otras plantas. El almacenamiento de las semillas
en el suelo también permite que estas sean transportadas por
animales, agua o viento a otros lugares alejados del lugar en donde
cayeron originalmente.
De la misma manera que las plantas
“ahorran” semillas para enfrentar las crisis de
agua, se
supone que los mexicanos deberíamos ahorrar parte de
nuestros
ingresos para enfrentar las crisis económicas. Esta
estrategia,
sin embargo, supone que el ingreso económico es suficiente
para
cubrir todas las necesidades básicas y que es posible
ahorrar
algunos pesos. Desafortunadamente, considerando la situación
actual de nuestro país, dudo que muchas personas o familias
puedan poner en práctica estos consejos.
BIBLIOGRAFÍA
Las crisis económicas en
México. ¿Una comparación? [http://mexicomaxico.org/Voto/CrisisMex.htm]
consultado el 6 de marzo de 2013.
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